martes, 3 de mayo de 2011

Porque lo malo de vivir en las nubes es bajar sin paracaídas.

Esa sensación, por la que necesitas llorar aunque no tengas razones,  pero que cuando empiezas, nada te para. De repente estás bien, y a la mínima, has vuelto a caer. Haces una montaña de un grano de arena. No le ves sentido a nada, y lo poco que ves lo ves oscuro. Sientes una tormenta en ti, sientes esa presión en el pecho, la misma que te atormentó en otros tiempos. Ya no eres feliz, sin saber porque, has vuelto a caer, no tenías razones, no había motivos, ya no había piedras, o eso creías, pero no siempre quitamos las piedras a nuestro paso, a veces simplemente las esquivamos pero nos olvidamos de quitarlas para no volver a tropezar, hasta que vuelven, siempre vuelven, y hacen que la caída sea aún más fuerte. 
Aún así, hay veces que no hay motivos, ni piedras, ni nada, simplemente, lo necesitamos, necesitamos llorar, llorar no es malo, mientras no se haga en abundancia. Pero a veces lo necesitamos, aunque para ello tengamos que poner la canción más triste y escucharla mil veces hasta que por fin caiga una lágrima, y una tras otra… Hasta que decidamos parar, y no por eso estamos mejor, simplemente nos hemos liberado..

1 comentario:

  1. MUY BUENO LO QUE ESCRIBES...
    TIENES TALENTO...
    VI TU BLOG Y ME ENCANTO!!!
    SI PUEDES VISITA EL MIO:
    elamortodolovale.blogspot.com
    yo YA TE SIGO.. ;)
    BESITOSS... =)

    ResponderEliminar